Después de quedar ciega el Estado de Chile me concedió una pensión de gracia de $350.000. Solicité que me la subieran, ya que tengo 4 hijos hombres de 7, 8, 13 y 16 años que a veces no puedo darles leche todos los días, tampoco puedo comprarles carne, yogurts. El gobierno accedió a subirme la pensión, pero sólo en $50.000, cosa que luego de meses de tramitación, aún no sucede.

Se me prometió también contratarme una asesora del hogar que me ayudara con el aseo y la cocina. El Serviu me ofreció $40.000.000 para arreglar mi casa y adaptarla para una persona ciega, pero sólo se limitó a construirme una pieza en el primer piso y nada más. La indemnización de $150.000.000 que el tribunal ordenó que mi ex pareja debía pagarme, tampoco llegó. Él se encargó de traspasar todos sus bienes y la justicia ya no parece estar interesada en mi caso. Su condena fue rebajada de 18 a 10 años.

Perdí mis prótesis y se me están empezando a pegar los ojos. Necesito renovarlas urgente pero el costo es demasiado elevado.

Quiero irme de Coyhaique, vivir en Santiago, estudiar braille y contar mi historia de superación a todas las mujeres como yo. Pero tampoco puedo. Debo esperar un tiempo ya que mi ex pareja presentó un recurso para ver a mis hijos en la cárcel, y por lo tanto no me puedo ir, al menos hasta que el tribunal se pronuncie. Quiero levantar mi negocio de venta de muebles y sacar adelante a mis hijos de la mejor manera posible.

Hasta ahora el Estado de Chile y la justicia me han dejado sola. Les pido que se pongan la mano en el corazón y me ayuden con lo que puedan. Gracias.

Nabila Rifo R.